Fuimos en familia (7 adultos y 2 niños) y nos encontramos que para chicos no hay opciones, la persona que nos atendió empezó con mucha arrogancia y altanería, cuando preguntamos si la ensalada podía ser sin rúcula dijo que las ensaladas son las de la carta y salen así, después de esperar largo rato empezaron a llegar los platos, hasta con 20 minutos de diferencia entre el primero y el último, una hamburguesa quemada, y cuando llega el momento de los 3 lomos piripipií, traen 2, aludieron un mal entendido o error en la comanda (lo más valioso es que pidieron disculpas, algo poco frecuente) y casualmente se les había terminado por lo que ofrecieron en compensación (otros 15 minutos) media porción sin cargo. espero que el nuestro haya sido un caso aislado porque el lugar es agradable, solo el lugar.