Llegamos cansados y le preguntamos al conserje del hotel dónde poder comer pizzas, no sugirió Tío Bigote y además nos quedaba a sólo 2 cuadras de dónde estábamos alojados, así que ni lo dudamos, el viernes a las 21hs ya se llena, a pesar de que dispone de muchas mesas, La carta y variedad de pizzas nunca la vi en otro lado....es increíble y la calidad suprema..!!De entrada pedimos unas empanadas de carne y eran exquisitas..!!Ampliamente recomedable ir..!!